Condenaron a un preso en Bouwer y a siete mujeres por estafas telefónicas
Alejandro Ledesma fue condenado a cinco años y seis meses de cárcel. El estafador prometía importantes préstamos a cambio de una entrega de dinero.
Martes 05 de diciembre 2023 | 12:30 Hs.
Un interno de Bouwer y siete mujeres fueron condenados por integrar una red de estafas telefónicas.
La Cámara Décima del Crimen condenó al interno Alejandro Ledesma a cinco años y seis meses de prisión por estafas virtuales. Ledesma ya estaba preso por robo calificado.
Por otra parte, siete mujeres cómplices también fueron condenadas: dos mujeres con antecedentes irán a 3 años y seis meses a prisión y el resto recibió una pena condicional de tres años.
Javier Benavente, abogado defensor, explicó como operaba la banda de estafadores. El interno realizaba llamadas telefónicas desde la cárcel prometiendo a los incautos un importante préstamo. A cambio, solicitaban una suma de dinero de “comisión” o “gastos administrativos”.
“Se hacían pasar por una entidad bancaria”, comentó. Desde afuera de la cárcel, las mujeres brindaban soporte para concluir la estafa.
“Uno de los estafados denunció, intervinieron los teléfonos y descubrieron más damnificados”, remarcó Benavente.
Las estafas telefónicas desde las cárceles se convirtieron en algo habitual en los últimos años. La Justicia investiga varias bandas que operan en las cárceles de Bouwer, Río Cuarto, San Francisco y Cruz del Eje.
La Cámara Décima del Crimen condenó al interno Alejandro Ledesma a cinco años y seis meses de prisión por estafas virtuales. Ledesma ya estaba preso por robo calificado.
Por otra parte, siete mujeres cómplices también fueron condenadas: dos mujeres con antecedentes irán a 3 años y seis meses a prisión y el resto recibió una pena condicional de tres años.
Javier Benavente, abogado defensor, explicó como operaba la banda de estafadores. El interno realizaba llamadas telefónicas desde la cárcel prometiendo a los incautos un importante préstamo. A cambio, solicitaban una suma de dinero de “comisión” o “gastos administrativos”.
“Se hacían pasar por una entidad bancaria”, comentó. Desde afuera de la cárcel, las mujeres brindaban soporte para concluir la estafa.
“Uno de los estafados denunció, intervinieron los teléfonos y descubrieron más damnificados”, remarcó Benavente.
Las estafas telefónicas desde las cárceles se convirtieron en algo habitual en los últimos años. La Justicia investiga varias bandas que operan en las cárceles de Bouwer, Río Cuarto, San Francisco y Cruz del Eje.
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