Liberaron a los rugbiers franceses que permanecían detenidos por violación en Mendoza
El fiscal consideró que no hay elementos de convicción suficientes para requerir la prisión preventiva de Oscar Jégou y Hugo Araudou. Habló de contradicciones en el relato de la víctima. Siguen sin poder salir del país
Lunes 12 de agosto 2024 | 17:35 Hs.
Liberaron este lunes a Oscar Jégou y Hugo Araudou, los rugbiers franceses denunciados por violación en Mendoza, luego de que el fiscal Gonzalo Nazar considerara que el caso no cuenta, hasta el momento, con elementos de convicción suficientes para requerir la prisión preventiva de los deportistas. Al mismo tiempo, marcó contradicciones de la supuesta víctima en el relato de los abusos, tal como subrayó la defensa.
Pese a la decisión que beneficia a los rugbiers, el representante del Ministerio Público Fiscal requirió que se mantenga el resto de las medidas de coerción, en especial, la retención de los pasaportes, la prohibición de salida del país y la prohibición de contacto, por cualquier medio, con la denunciante.
La medida ocurre tras la difusión de audios de la denunciante enviados a una amiga tras el encuentro con Jégou y Araudou en el hotel en el que se alojaba.
En el dictamen, el titular de la Fiscalía Adjunta en lo Penal de Mendoza, habla de “notorias contradicciones, inconsistencias, zonas grises y hasta explicaciones insuficientes respecto de circunstancias fácticas”.
En ese punto, se menciona a modo de ejemplo “el motivo o la intención perseguida por la propia denunciante al acceder a ir al hotel... la dinámica exteriorizada en forma previa al ingreso a la habitación; la secuencia temporo-fáctica de los abusos sexuales denunciados, la conducta observada por la denunciante al momento de salir de la habitación y hacer abandono del hotel, el tono jocoso que caracteriza el inicio de la conversación con su amiga en horas de la tarde del día de los hechos denunciados, las precisiones en cuanto a la entidad y causas de las lesiones oportunamente denunciadas”.
Y resaltó el fiscal que todas las declaraciones de la denunciante fueron valoradas en contraposición a las pruebas y que los testimonios incorporados a instancias de la querella “no resultarían determinantes en sentido incriminatorio”.
El jueves pasado, dos días después de que la denunciante volviera a declarar ante la Justicia, se conocieron los audios que la joven le mandó a una amiga tras el encuentro con los deportistas y que ya están en la causa. Son del 7 de julio pasado y, uno de ellos, fue grabado durante la madrugada. El resto de los intercambios son de la mañana siguiente.
“Me fui con un rugbier de afuera, estoy en su hotel, así que no cuentes conmigo, ¿si?”, se escucha en el primer audio que envía a través de WhatsApp. El segundo ya es de varias horas después, cuando la denunciante le relata a su compañera cómo finalizó su noche luego de haber ido al bar Beerlín de la capital: “Loca, gracias por el aguante, por todo. Conocí a un rugbier francés altísimo el chabón, re lindo y llegué a mi casa a las 9 am. O sea, te debo la vida, me hiciste el aguante de dejarme acá en mi casa. Siempre la misma historia, una vez que salgo, aproveché”.
Entre esos mensajes y los que siguen parece haber pasado un lapso un tanto más largo de tiempo en el que la denunciante tomó noción de todas las lesiones y lastimaduras que tenía su cuerpo, las cuales se las adjudicó a los deportistas con los que había pernoctado. Según su relato, las heridas y los dolores fueron de tal magnitud que tuvo que tomarse un analgésico para calmarlos.
“Me cagó a palos, me agarró del cachete, me dejó machucones en la cara, en la mandíbula, en la cola, rasguñones (sic) en la espalda, no sabes, tremendo. Son muy culiados boluda”, dice en la primera nota de voz en la que nota lo ocurrido y comienza a dar detalles de sus marcas.
“Boluda, me hizo mierda el chabón. Tengo machucada la espalda, tengo machucada la mandíbula, tengo morado un ojo, todas las tetas. Machucones en el culo, me hicieron mierda”, continuó en otro de los mensajes que están siendo analizados en el marco de la causa, en la que Jégou y Araudou fueron imputados formalmente por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas. Es decir, una violación grupal.
En el último audio que trascendió en las últimas horas, la víctima insiste dejando entrever su asombro: “Tengo un ojo morado, gorda”. Y agrega: “Me tuve que tomar un diclofenac porque me hicieron mierda. La mandíbula la tengo toda moretoneada”.
Entre las pruebas del expediente, se encuentra un informe médico, un análisis realizado a la víctima tras la denuncia. Allí, se detallan varias lesiones, como nueve moretones de uno a diez centímetros de ancho en diferentes partes, como sus pechos, glúteos y piernas, además de cinco escoriaciones en el omóplato izquierdo.
La víctima, representada por la abogada Natacha Romano, los acusó de haber abusado de su clienta al menos seis veces. La mujer sostuvo que la madrugada del 7 de julio, además, el joven le golpeó y la mordió junto al otro imputado.
Fuente: Infobae
Pese a la decisión que beneficia a los rugbiers, el representante del Ministerio Público Fiscal requirió que se mantenga el resto de las medidas de coerción, en especial, la retención de los pasaportes, la prohibición de salida del país y la prohibición de contacto, por cualquier medio, con la denunciante.
La medida ocurre tras la difusión de audios de la denunciante enviados a una amiga tras el encuentro con Jégou y Araudou en el hotel en el que se alojaba.
En el dictamen, el titular de la Fiscalía Adjunta en lo Penal de Mendoza, habla de “notorias contradicciones, inconsistencias, zonas grises y hasta explicaciones insuficientes respecto de circunstancias fácticas”.
En ese punto, se menciona a modo de ejemplo “el motivo o la intención perseguida por la propia denunciante al acceder a ir al hotel... la dinámica exteriorizada en forma previa al ingreso a la habitación; la secuencia temporo-fáctica de los abusos sexuales denunciados, la conducta observada por la denunciante al momento de salir de la habitación y hacer abandono del hotel, el tono jocoso que caracteriza el inicio de la conversación con su amiga en horas de la tarde del día de los hechos denunciados, las precisiones en cuanto a la entidad y causas de las lesiones oportunamente denunciadas”.
Y resaltó el fiscal que todas las declaraciones de la denunciante fueron valoradas en contraposición a las pruebas y que los testimonios incorporados a instancias de la querella “no resultarían determinantes en sentido incriminatorio”.
El jueves pasado, dos días después de que la denunciante volviera a declarar ante la Justicia, se conocieron los audios que la joven le mandó a una amiga tras el encuentro con los deportistas y que ya están en la causa. Son del 7 de julio pasado y, uno de ellos, fue grabado durante la madrugada. El resto de los intercambios son de la mañana siguiente.
“Me fui con un rugbier de afuera, estoy en su hotel, así que no cuentes conmigo, ¿si?”, se escucha en el primer audio que envía a través de WhatsApp. El segundo ya es de varias horas después, cuando la denunciante le relata a su compañera cómo finalizó su noche luego de haber ido al bar Beerlín de la capital: “Loca, gracias por el aguante, por todo. Conocí a un rugbier francés altísimo el chabón, re lindo y llegué a mi casa a las 9 am. O sea, te debo la vida, me hiciste el aguante de dejarme acá en mi casa. Siempre la misma historia, una vez que salgo, aproveché”.
Entre esos mensajes y los que siguen parece haber pasado un lapso un tanto más largo de tiempo en el que la denunciante tomó noción de todas las lesiones y lastimaduras que tenía su cuerpo, las cuales se las adjudicó a los deportistas con los que había pernoctado. Según su relato, las heridas y los dolores fueron de tal magnitud que tuvo que tomarse un analgésico para calmarlos.
“Me cagó a palos, me agarró del cachete, me dejó machucones en la cara, en la mandíbula, en la cola, rasguñones (sic) en la espalda, no sabes, tremendo. Son muy culiados boluda”, dice en la primera nota de voz en la que nota lo ocurrido y comienza a dar detalles de sus marcas.
“Boluda, me hizo mierda el chabón. Tengo machucada la espalda, tengo machucada la mandíbula, tengo morado un ojo, todas las tetas. Machucones en el culo, me hicieron mierda”, continuó en otro de los mensajes que están siendo analizados en el marco de la causa, en la que Jégou y Araudou fueron imputados formalmente por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas. Es decir, una violación grupal.
En el último audio que trascendió en las últimas horas, la víctima insiste dejando entrever su asombro: “Tengo un ojo morado, gorda”. Y agrega: “Me tuve que tomar un diclofenac porque me hicieron mierda. La mandíbula la tengo toda moretoneada”.
Entre las pruebas del expediente, se encuentra un informe médico, un análisis realizado a la víctima tras la denuncia. Allí, se detallan varias lesiones, como nueve moretones de uno a diez centímetros de ancho en diferentes partes, como sus pechos, glúteos y piernas, además de cinco escoriaciones en el omóplato izquierdo.
La víctima, representada por la abogada Natacha Romano, los acusó de haber abusado de su clienta al menos seis veces. La mujer sostuvo que la madrugada del 7 de julio, además, el joven le golpeó y la mordió junto al otro imputado.
Fuente: Infobae
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