Putin provoca temores en Europa con el lanzamiento de un misil y evoca una guerra mundial
El miércoles por la noche, un misil balístico lanzado por Rusia impactó en la ciudad ucraniana de Dnipro, generando una enorme explosión que despertó al millón de habitantes de la localidad. Aunque inicialmente se especuló que se trataba de un misil intercontinental, Vladimir Putin aclaró más tarde que se trató de “un nuevo misil balístico de alcance intermedio”, bautizado como Orechnik ("avellano" en español).
El ataque, el primero de su tipo desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, marcó un preocupante precedente en el conflicto y un mensaje directo hacia Occidente. Putin justificó el lanzamiento como una respuesta a los recientes ataques de Ucrania en territorio ruso con armas proporcionadas por Estados Unidos y el Reino Unido.
En su alocución, el mandatario ruso advirtió que “el conflicto provocado por Occidente en Ucrania presenta los elementos de un [conflicto] de carácter mundial” y reiteró que Moscú responderá “de la misma forma” en caso de nuevas escaladas agresivas.
Estrategia política y disuasión nuclear
Expertos interpretan estas acciones como parte de una campaña de propaganda diseñada para influir tanto en la población rusa como en la comunidad internacional, en un momento de transición política en Estados Unidos. Según Pierre Servent, especialista en estrategia militar, el lanzamiento del misil, combinado con la firma de una nueva doctrina nuclear y las declaraciones de Putin, refuerza el mensaje de que Rusia no permitirá ser derrotada en el campo de batalla.
“La nueva doctrina nuclear rusa excluye la posibilidad de que su Ejército pueda ser derrotado”, señala el documento firmado esta semana por Putin. Aunque el misil lanzado no llevaba carga nuclear, su alcance de 5000 kilómetros sugiere que podría llegar a cualquier punto de Europa y el Reino Unido, lo que pone a la región en alerta.
Un mensaje para Occidente
Para el analista Mick Ryan, ex general del Ejército estadounidense, el ataque no tiene un objetivo militar, sino político. “Putin no se dirige solo a Washington. Este mensaje está destinado a toda Europa, buscando influir en su política de defensa y seguridad más allá del conflicto ucraniano”, afirma.
El momento del lanzamiento, a pocos días del cambio de administración en Estados Unidos, también podría estar calculado. Tatiana Stanovaä, investigadora de la Fundación Carnegie, estima que Putin busca posicionar a Rusia en una eventual negociación liderada por Donald Trump, promoviendo un alto al fuego en términos favorables para el Kremlin.
Mientras tanto, las reacciones globales no se han hecho esperar. Desde Pekín hasta la cumbre del G-20 en Río de Janeiro, la comunidad internacional sigue con atención los movimientos de Rusia, conscientes de que la retórica nuclear de Putin mantiene a Europa en un estado de incertidumbre.