La Iglesia alertó sobre la "delicadísima" situación de la Argentina
"Cuando pedimos trabajo, pedimos por la dignidad, porque el trabajo hace a la dignidad de la persona", expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea.
Domingo 06 de agosto 2023 | 11:00 Hs.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, alertó sobre la "delicadísima" situación económica que atraviesa la Argentina y afirmó que "hay trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes".
"Vivimos en nuestro país una situación delicadísima en este orden, hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes y esto angustia muchísimo", enfatizó Ojea en su mensaje para la Fiesta de la Transfiguración del Señor y memoria de San Cayetano.
En ese marco, el presidente de la CEA precisó: "Cuando pedimos trabajo, pedimos por la dignidad, porque el trabajo hace a la dignidad de la persona; no es un objeto de compraventa, no es un objeto de consumo sino que el que no trabaja siente que está de sobra, que no vale; se siente herido en su dignidad, esa dignidad que solamente le da el ser hijo de Dios. Todos nosotros somos hijos de Dios y tenemos este derecho a trabajar".
"Hay cientos de trabajadores que trabajan en la economía popular, cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes; personas, mujeres que cuidan niños, que realizan distintos servicios, que cuidan personas mayores, que cuidan enfermos, hermanos nuestros que viven de changas, changas de pintura, de albañilería; si tantos trabajos en donde no rige la plenitud de los derechos", puntualizó.
Además, Ojea explicó: "Cuando le pedimos al santo del pan y el trabajo, pan y trabajo le estamos pidiendo paz. La paz se construye en lo concreto, en el amor a lo concreto. Cuando nosotros luchamos de verdad para que todos puedan tener trabajo y para que sean respetados todos los trabajadores, aún aquellos que no pueden vivir la plenitud de todos sus derechos".
"El 7 de agosto celebramos a San Cayetano. Queremos así unirnos en la oración a tantas hermanas y hermanos nuestros que van a acudir no solamente al Santuario de Liniers, sino también a tantos santuarios que están extendidos en todo el país para pedir por el pan y por el trabajo. San Cayetano es el santo del pan y del trabajo; cuando hablamos del pan, hablamos de un derecho universal de todos los seres humanos. Cuando hablamos del pan, hablamos de
Justicia", sostuvo.
Al finalizar su reflexión, monseñor Oscar Ojea expresó: "Le pedimos al Señor poder construir la paz y recibir esa bienaventuranza de los hijos de Dios, 'Seremos llamados hijos de Dios si construimos verdaderamente la paz'. La paz se construye trabajando juntos para que podamos acceder a estos bienes de los cuales es intercesor san Cayetano, el pan y el trabajo".
"Que Dios nos bendiga en este momento tan difícil, tan duro, que atraviesa nuestro país y que nos ilumine para poder trabajar juntos por el pan y el trabajo, que es trabajar por la justicia y por la dignidad de cada ser humano", concluyó.
"Vivimos en nuestro país una situación delicadísima en este orden, hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes y esto angustia muchísimo", enfatizó Ojea en su mensaje para la Fiesta de la Transfiguración del Señor y memoria de San Cayetano.
En ese marco, el presidente de la CEA precisó: "Cuando pedimos trabajo, pedimos por la dignidad, porque el trabajo hace a la dignidad de la persona; no es un objeto de compraventa, no es un objeto de consumo sino que el que no trabaja siente que está de sobra, que no vale; se siente herido en su dignidad, esa dignidad que solamente le da el ser hijo de Dios. Todos nosotros somos hijos de Dios y tenemos este derecho a trabajar".
"Hay cientos de trabajadores que trabajan en la economía popular, cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes; personas, mujeres que cuidan niños, que realizan distintos servicios, que cuidan personas mayores, que cuidan enfermos, hermanos nuestros que viven de changas, changas de pintura, de albañilería; si tantos trabajos en donde no rige la plenitud de los derechos", puntualizó.
Además, Ojea explicó: "Cuando le pedimos al santo del pan y el trabajo, pan y trabajo le estamos pidiendo paz. La paz se construye en lo concreto, en el amor a lo concreto. Cuando nosotros luchamos de verdad para que todos puedan tener trabajo y para que sean respetados todos los trabajadores, aún aquellos que no pueden vivir la plenitud de todos sus derechos".
"El 7 de agosto celebramos a San Cayetano. Queremos así unirnos en la oración a tantas hermanas y hermanos nuestros que van a acudir no solamente al Santuario de Liniers, sino también a tantos santuarios que están extendidos en todo el país para pedir por el pan y por el trabajo. San Cayetano es el santo del pan y del trabajo; cuando hablamos del pan, hablamos de un derecho universal de todos los seres humanos. Cuando hablamos del pan, hablamos de
Justicia", sostuvo.
Al finalizar su reflexión, monseñor Oscar Ojea expresó: "Le pedimos al Señor poder construir la paz y recibir esa bienaventuranza de los hijos de Dios, 'Seremos llamados hijos de Dios si construimos verdaderamente la paz'. La paz se construye trabajando juntos para que podamos acceder a estos bienes de los cuales es intercesor san Cayetano, el pan y el trabajo".
"Que Dios nos bendiga en este momento tan difícil, tan duro, que atraviesa nuestro país y que nos ilumine para poder trabajar juntos por el pan y el trabajo, que es trabajar por la justicia y por la dignidad de cada ser humano", concluyó.
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